No pasa nada malo en ti, tal vez te lo preguntes, que algo raro debe suceder en tu interior, si has pasado mucho tiempo en tu vida alternando síntomas de ansiedad y depresión.
Además de nuestras experiencias de las situaciones que nos marcan en la vida y nos dejan cicatrices, en el ahora la forma con las que afrontas tu vida puede estar fallando.
Auto Instrucciones, actitudes, hábitos de pensamiento que muchas veces la sociedad y nuestra educación refuerzan.
Las personas que padecen ansiedad tienen miedo a perder el control, y además cuando aparecen los síntomas de ansiedad focalizan en ellos, están muy pendientes, por lo que los aumentan e intensifican.
Índice de contenidos del artículo:
¿Qué es la ansiedad?
No es lo mismo sentir ansiedad de vez en cuando que vivir en constante ansiedad.
La ansiedad es una respuesta de alarma hacia una situación o hacia unos pensamientos (me va a dar algo…) La ansiedad es una emoción normal que cumple una función adaptativa en numerosas situaciones, pero cuando se convierte en algo constante puede llegar a incapacitar la vida de una persona.
¿Cómo calmar la ansiedad?
Muchos acuden de médico en médico creyendo que sus síntomas son físicos, que les va a dar un infarto porque tienen palpitaciones y opresión en el pecho, o que se van a volver locos, falta de respiración, visión borrosa, tensión y dolor muscular, malinterpretan los síntomas y lo único que logran es aumentarlos y comienza así el círculo vicioso de la ansiedad. Entiendo que el malestar es desagradable, que parece insufrible, pero nunca te va a pasar nada, los síntomas físicos sólo son el aviso de que tu cuerpo tiene mucha tensión.
Es fundamental:
- Aprender a controlar los pensamientos negativos.
- No centrarse en los síntomas para controlarlos porque se aumentan.
- Descubrir también en terapia cognitivo conductual cuáles son las actitudes y creencias que nos bloquean.
¿Tal vez el perfeccionismo y la necesidad de control? Si no cambiamos estas actitudes, la ansiedad se convierte en nuestro compañero de vida.
Cambiar la actitud
Tal vez seas una persona que le das muchas vueltas a la cabeza, que analizas todo lo que puede suceder. Puede que te enfades y no seas capaz de sacarlo de forma sana, puede que te exijas muchísimo y que vivas situaciones a tu alrededor que influyan en tu ansiedad y estrés, pero te digo que a pesar de las situaciones que vivas, también está en cómo tú las afrontes.
En un mundo donde la incertidumbre, la injusticia, la inseguridad es la realidad, no puedes jugar a buscar esa necesidad de control constante, porque ni el mundo ni las personas se pueden amoldar a nosotros y si lo pretendemos la crítica hacia los demás nos intoxicará.
Porque es imposible poder estar bien si yo no me trato bien.
Si no acepto la sensibilidad como un don o ser buena persona como una fortaleza.
Si vivo con miedo a fallar. Si no me permito sentir emociones negativas que forman parte de nuestra vida, si confundo seguridad con frialdad o control, lo único que haremos es aumentar esas emociones y sufrir.
Son las reglas del juego las que podemos cambiar, y cómo afrontemos la vida, nuestra elección.
La terapia cognitivo conductual es una oportunidad para comprender qué situaciones y sobre todo qué actitudes y maneras de afrontar nuestra vida nos perjudican.